Nuestra misión

 
 
 

Nuestra misión es la de realizar el proyecto de Dios en los ambientes en los que vivimos.
Leemos los signos de los tiempos y estamos atentas a las necesidades que van surgiendo en nuestra sociedad para buscar, junto a las demás, respuestas  adecuadas y nuevos caminos de discernimiento y de acción.

Allí donde las las necesidades son más urgentes queremos llevar a Cristo con una presencia testimoniante, con una capacidad de escucha, de ternura, de comprensión. Miramos al mundo con amor y optimismo, estamos abiertas para acoger los auténticos valores propios de la realidad humana, creamos comunión y diálogo para crear una sociedad basada en la justicia y en el respeto a la dignidad de la persona.

El trabajo, hecho con competencia y profesionalidad nos permitte:

  • Construir un mundo más humano inspirado en los valores cristianos
  • Valorar la persona más que la ganancia
  • Colaborar con la obra de Dios en el mundo

Nos dedicamos a todos con un corazón abierto y con las expresiones propias de nuestra femeneidad, dando una dimensión cristiana a las relaciones que vivimos cotidianamente. Somos particularmente sensibles a los problemas de los jóvenes y solidarios con los pobres.

Algunas entre nosotras eligen vivir en zonas de misión, contribuyendo con la propia capacitación profesional o interviniendo en proyectos de desarrollo humano.

No es en la preeminencia, ni en el comparecer, ni en ser alabadas donde os santificaréis, donde podréis perfeccionaros, sino en la humildad y en el amor de Dios